Felipe III

Hijo de Felipe II y de su sobrina Ana Austria. Durante el reinado de su padre se mantuvo alejado de los asuntos de gobierno es recordado por su pobreza de espíritu y falta de voluntad.
Su padre dijo de él lo siguiente: “Dios me ha dado tantos reinos, me ha negado un hijo capaz de regirlos. Temo me lo gobiernen”. Y en efecto, dejó el gobierno en manos de un valido, primero en su caballerizo Francisco de Sandoval, marqués de Denia, y después duque de Lerma, que a su vez, fue dominado por otros favoritos que gobernaban con el nombre de privados.
Felipe III subió al trono de España y Portugal el 13 de septiembre de 1598 a los veinte años de edad distraía su tiempo esencialmente en la caza, en los teatros, bailes y en el juego.
Su valido, el duque de Lerma, rigió los destinos de España durante veinte años con un tan poder tan absoluto que corrían rumores que aseguraban que había hechizado al rey.
Un autor de la época, Juderías, escribió lo siguiente: “Mientras Felipe III se entrega a la devoción y postrado de hinojos reza padresnuestros, o a los frívolos pasatiempos, no preocupándose del gobierno, el codicioso duque de Lerma inauguraba el periodo de los cohechos, de los abusos, de los grandes fraudes, convirtiendo la administración del Estado en una gran almoneda donde todo se vendía al mejor postor…”
En aquella corte tan favorable al rezo como de divertirse se sucedían torneos, comedias, mascaradas, banquetes, fiestas y corridas de toros, aumentando progresivamente los dispendios del favorito mientras la nación se empobrecía con sus tributos.
A la vez que el duque de Lerma se dominaba la voluntad del rey, este se dejó influir por Rodrigo Calderón, hombre de su confianza que conquistó también la confianza del rey siendo elevado al cargo de Secretario de Cámara, consejero de Estado,… Nada se hacía sin el Consejo de don Rodrigo.
Este acumuló una fortuna enorme antes de que el duque de Uceda, hijo de Lerma, lograra que el rey Felipe III destituyera a D. Rodrigo el cargo de Secretario de su Cámara. Dicho hecho ocurrió después de la muerte de la reina Margarita tras un parto. D. Rodrigo fue acusado de ser el causante del fallecimiento de la reina. El favorito del duque de Lerma fue enviado como embajador a los Países Bajos (1612).
En 1601, el duque de Lema convenció al Rey para que trasladara la capital del país a Valladolid. Meses antes, el valido había comprado numerosos terrenos en la ciudad castellana a un precio irrisorio. Unas tierras que multiplicaron su valor exponencialmente cuando la urbe se convirtió en la capital de España. Después, el Duque se las vendió al monarca y sacó sustanciales beneficios. Al mismo tiempo, aprovechando la caída de precios en Madrid, compró nuevas tierras. Cuando la capitalidad volvió a Madrid en 1606, el Duque regresó con los bolsillos llenos.
Durante el reinado de Felipe III tuvo lugar la expulsión de los moriscos de Valencia. Lerma la ordenó el 22 de septiembre de 1609 dando tres días a los afectados para presentarse en los puertos de embarque sufriendo muchas violencias tanto en España como al llegar a África.
En política exterior Felipe III heredó la guerra con Inglaterra: los barcos de la reina Isabel atacaron La Coruña, Canarias y las Azores llegando a enviar el duque de Lerma 6000 soldados en auxilio de los católicos irlandeses, pero fueron vencidos en las cercanías de Baltimore. Al morir la reina Isabel en 1603 se entablaron relaciones cordiales con su sucesor Jacobo Estuardo I que llevaron a la paz en 1605.
Por otra parte concertó el matrimonio de Luis XIII con la infanta española Ana y del príncipe de Asturias (Felipe IV) con Isabel de Borbón.
Además se pactó en La Haya la “Tregua de los doce años” en la que se reconoció la independencia de las Provincias Unidad de Holanda.
También las tropas de Felipe III intervinieron en la Guerra de los Treinta Años, a favor del emperador de Alemania, Fernando II, suegro de Felipe III por razones religiosas, conquistando un ejército mandado por el marqués de Spínola conquistó el Palatinado (1618-1621).
Lerma abandonó el gobierno precisamente en 1618, después de lograr que el papa Paulo V un capelo cardenalicio.
Sucedió a su padre el duque de Uceda como valido del rey. Su corto mandato se caracterizo por la persecución de los favoritos de Lerma siendo precisamente D. Rodrigo detenido y fuertemente atormentado.
Felipe III falleció el 31 de marzo de 1621.
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